La apicectomía es un procedimiento de tipo quirúrgico al que nos podemos ver en la necesidad de recurrir en caso de una fuerte infección. Vamos a intentar determinar exactamente de qué se trata y estudiaremos los casos en los que se recomienda su realización.

Qué es una apicectomía

La apicectomía es una intervención quirúrgica cuyo cometido es el de acabar con un proceso infeccioso que esté afectando a la raíz del diente así como al entorno del mismo.

Este tipo de infección suele ser más complicada además de dolorosa, de manera que mediante la intervención quirúrgica, no sólo se consiguen mejores resultados, sino que además también se logra solucionar más rápidamente.

Durante el proceso se recurre a la apertura de la encía en la zona próxima a la pieza dental donde se está desarrollando la infección.

De esta manera, se consigue acceder al ápice, que es la punta de la raíz que se encuentra infectada.

Esto va a permitir extraer los tejidos que se hayan visto afectados, logrando de este modo acabar con el eje principal de la infección.

Una vez que se ha llevado a cabo la extracción, se procede a sellar el conducto radicular, lo cual se realiza mediante la utilización de una sustancia especial.

Finalmente se realizará una sutura de la herida.

Cuándo se debe realizar

La apicectomía tan sólo se realizará en aquellos casos en los que el proceso infeccioso haya avanzado hasta la raíz del diente, y siempre y cuando el odontólogo considere que es necesario puesto que no existe otra alternativa más eficaz para este caso en concreto.

Por norma general, la apicectomía se llevará a cabo en los casos siguientes:

  • A zona afectada está cerca del seno maxilar.
  • Se ha destruido buena parte de la raíz.
  • Se ha destruido buena parte del hueso hasta la zona media de la raíz.
  • Existe un sangrado profuso.
  • La anestesia local no es suficiente para la solución de la infección.
  • En el caso de que otros tratamientos previos hayan fracasado.
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